El Manchester City respondió a lo campeón a la presión del Liverpool y recuperó los 6 puntos de ventaja al frente de la Premier sobre los ‘reds’, que tienen un partido pendiente, tras ganar el derbi al United (3-1) en una gran actuación coral liderada por un soberbio Kevin de Bruyne, autor de un gol y una asistencia ante las facilidades que una vez más dio la defensa del eterno rival. Riyad Mahrez también marcó un doblete.
El 187º derbi de Manchester tuvo varias ausencias de peso. La de Rúben Dias en el City se sabía de antemano, pero en el United, superado en el cuarto lugar por el Arsenal instantes antes del partido, causaron baja de última hora Cristiano Ronaldo, con problemas de cadera, y en defensa Raphaël Varane y Luke Shaw, ambos tras dar positivo de Covid-19.
Ralf Rangnick, valiente en su primer enfrentamiento con Pep Guardiola, improvisó y, como el catalán con Phil Foden, puso a Bruno Fernandes de falso 9 ya que Edinson Cavani sigue sin recuperarse.
Cuando aún resonaban en el Etihad los aplausos del emotivo minuto de apoyo a Ucrania, el City abrió el marcador tras combinar por la izquierda Jack Grealish y Bernardo Silva, cuyo centro atrás lo empujó a la red con calidad un desmarcado De Bruyne (5′).
El United, mermado por las bajas, parecía condenado a perder pero reaccionó con orgullo y criterio en un derbi imprevisible ya que Guardiola había perdido tres de los cuatro anteriores en el Etihad.
Aunque David De Gea evitó el 2-0 en una internada de De Bruyne, indetectable para el United, Jadon Sancho, que dejó el City antes de debutar en el primer equipo, dejó mudo al Etihad con un golazo tras recortar a Rodri y colocar desde la frontal una rosca pegada al poste (22′).
El United impidió que Rodri recibiera y pudiera mover a sus compañeros como es habitual, pero volvió a ser víctima de las llegadas desde la segunda línea de De Bruyne… y de otro error defensivo, su talón de Aquiles a lo largo de la temporada.
Tras una mala entrega de Victor Lindelöf, Foden se fue del sueco con un sombrero y De Gea evitó con un paradón que marcara. El balón cayó a Bernardo Silva, cuyo remate fue bloqueado, y a la tercera De Bruyne no falló (28′).
El belga fue el factot desequilibrante del derbi no solo por sus dos goles, sino porque de sus botas y de sus galopadas, ayudado por el también destacado Foden, surgieron las jugadas de peligro del City.
En la segunda parte el campeón y líder de la Premier demostró su condición. Su dominio fue total porque encerró al United y le impidió salir al ataque recuperando el balón con su intensa presión.
El 3-1 era cuestión de tiempo y llegó en una jugada a balón parado mal defendida por el United. De Bruyne botó un córner con un balón abierto y Mahrez, con la complicidad de Aaron Wan-Bissaka, clavó el balón en la red con una volea a bote pronto (68′).
De ahí al final el City se gustó y bailó al eterno rival sin darle el más mínimo respiro ante los ‘olés’ de su enfervorizada afición. De Gea, como en un paradón tras espectacular chilena de Joao Cancelo, retrasó la goleada hasta que en el descuento Mahrez, tras pase en profundidad de Ilkay Gündogan, acabó de humillar al United con un gol concedido por el VAR. Un 4-1 que lo dice todo.
Vía mundodeportivo.com