Hace menos de 48 horas Universidad Católica vio frustrada su ilusión de seguir avanzando en la Copa Libertadores al caer ante el actual campeón del certamen Palmeiras por 0-1 en Sao Paulo, una derrota que agranda la sequía del club cruzado que cumplió 10 años sin acceder a los cuartos de final del máximo torneo de clubes a nivel continental, larga racha adversa que vuelve a potenciar la nostalgia de todos aquellos fans que siguieron de cerca el accionar del último gran equipo estudiantil del siglo XX, nos referimos al de 1997 que rindió a gran nivel tanto en el convierto local como internacional.
Uno de los principales referentes de aquella UC del ’97 comandado técnicamente por Fernando Carvallo fue David Carlos Nazareno Bisconti, quien a casi un cuarto de siglo de aquella inolvidable campaña dialogó con MPRO Gol para repasar las principales fortalezas de un plantel que hasta el día de hoy es catalogado por los hinchas estudiantiles como uno de los más exitosos y atractivos de ver que ha tenido la institución con sede en San Carlos de Apoquindo.
El nativo de Murphy, provincia de Santa Fe, hoy feliz padre de 3 hijos, hace trabajar el baúl de los recuerdos para dar vida a las memorias de una etapa feliz, una era marcada por una plenitud humana y deportiva que lo hacen estar situado en a la historia grande de la UC.

LOS RECUERDOS DEL GOLEADOR DE 1997
ARRIBO A LA UC
“Cuando llegué a San Carlos de Apoquindo proveniente del fútbol japonés (jugó tres años en el Yokohama Marinos) me encontré con una gran institución, tal como me lo había hecho saber previamente ‘Beto’ Acosta. Vi un club con ramas en todos los deportes y un campo de entrenamiento espectacular ubicado en un lugar geográficamente soñado. Todo esto acompañado por el cariño de la gente que siempre me hizo sentir muy a gusto. La verdad es que el club me dio la bienvenida a una gran familia y la posibilidad de sumarme a un tremendo equipo como fue el que se formó en 1997”.
OBJETIVOS ALTOS
“Apenas me inserté en el plantel de Católica uno de los temas más recurrentes era la cantidad de años que llevaba el equipo sin ser campeón (su último título se de 1987), por lo tanto todos quienes nos incorporamos al club teníamos claro cual era el objetivo. Afortunadamente partimos muy bien la temporada y agarramos confianza paso a paso, por lo tanto a cada instante nos fuimos fortaleciendo en la convicción de lograr el campeonato nacional”.
FUERZA HUMANA
“Todo éxito va acompañado de un factor humano importante, y en ese sentido rescato el grupo de personas que conformaban el plantel. Se formó un excelente grupo que mezcló experiencia y juventud, cuya calidad humana sumada a su nivel como jugadores nos fueron potenciando para ir a la consecución de los objetivos que teníamos planteados desde inicios de ese 1997”.

LA ALEGRÍA DEL TÍTULO
“Pese a que perdimos 0-1 la final de ida del Torneo de Apertura en el Monumental, hicimos un buen encuentro y nos propiciamos varias ocasiones de gol, ante lo cual nos fuimos conformes y confiados de cara a revertir el marcador en el partido de vuelta que jugaríamos en el estadio Nacional. Una vez en cancha logramos demostrar en la práctica todo lo que teníamos planeado en mente para así conquistar un título que nos llenó de alegría y que sigue siendo recordando por los hinchas de Católica”.
Nota del editor: Lo que no dice David, prueba de su humildad, es que él contribuyó de forma decisiva al título convirtiendo el 2-0 del partido decisivo ante Colo Colo y cerrando el campeonato con 15 goles que lo coronaron como máximo goleador del certamen.
APORTES CON SANGRE COLOCOLINA
“El club formó un plantel muy completo que incluyó la presencia de tres jugadores que estuvieron en el Colo Colo campeón de la Libertadores. Católica tomó la oportunidad que se dio de contratarlos, y la verdad es que tanto Javier Margas, como Jaime Pizarro y Miguel Ramírez contribuyeron de muy buena forma a los logros que conseguimos en ese periodo. Los tres fueron titulares e hicieron valer su experiencia en el concierto internacional. Ese año 1997 hicimos una buena campaña en la Copa Libertadores y estuvimos cerca de haber llegado hasta semifinales, pero Colo Colo nos superó tras dos partidos muy cerrados”.
EL DOLOR DE NO LLEGAR MÁS ALTO EN LA LIBERTADORES
“En esa ronda de cuartos de final se confirmó un poco lo que había pasado desde principios de año. Tanto Colo Colo como nosotros teníamos grandes equipos y fuimos avanzando muy a la par tanto en el torneo nacional como en la Libertadores. Ellos por una mínima diferencia lograron pasar a semifinales, pero lo cierto es que nos quedamos con ganas de más, ya que estábamos convencidos que podríamos haber seguido avanzando incluso hasta una eventual final”.
COMPAÑEROS DE EXCEPCIÓN
“A lo largo de mi carrera deportiva tuve la suerte de compartir con grandes jugadores, y en Universidad Católica no fue la excepción, ya que jugué junto a compañeros como ‘Beto’ Acosta, Javier Margas, Nelson Tapia, Nelson Parraguez y el propio Caté que tenían un nivel muy alto. Me declaro un afortunado”.
AGRADECIMIENTO TOTAL
“Estoy muy agradecido de todo el apoyo que he recibido siempre de los hinchas de Universidad Católica. Siempre me siento muy cómodo cada vez que visito Chile, ya que la gente me hace sentir muy bien. En su momento tomé una excelente decisión al firmar por ese club y hasta la fecha pienso que habría sido ideal jugar por más años en la institución. Más allá de todos los logros que ha conseguido Católica en los últimos años, siento que la gente sigue recordando con mucha fuerza el título de 1997. En ese sentido creo que con fuimos capaces de escalar el pedacito de montaña que faltaba para que el club diera los pasos adelante que se concretaron después”.